Esta situación es conocida como Sexomnia y hace parte de unas alteraciones del sueño que se les conoce con el nombre de Parasomnias, dentro de las cuales podríamos encontrar también el sonambulismo y las pesadillas.

Durante los episodios, quien presenta esta condición puede realizar distintas actividades de índole sexual como la masturbación, gemidos, mantener relaciones sexuales con su pareja o incluso con otras personas que no estuvieran en la misma cama o habitación, en una situación parecida al sonambulismo. Posteriormente, al despertar no recuerdan nada de estas actividades.

El mayor problema de estas situaciones surge cuando las actividades implican a otras personas y la realización de estos actos puede llevar violencia. En estos casos se podría considerar violación o abuso sexual.

Para hacer el diagnóstico de Sexomnia hay que realizar un estudio de sueño que recibe el nombre de polisomnografía y adicionalmente hay que valorar otros antecedentes que pueden favorecer su aparición como son: estrés, insomnio, abuso de drogas y alcohol.