Para empezar, es importante aclarar que no es posible generar una comparación matemática del número de veces que un ser humano puede tener relaciones sexuales a lo largo de su vida, del año, del mes, de la semana o incluso diaria.

Hay muchos factores que pueden influir en la frecuencia con que la gente tiene sexo. Estas son algunas de las causas:

– Estado civil

– Estado de salud

– Edad

– Comunicación con la pareja

– Tiempo que lleva con la pareja

– Carga laboral

– Actividades diarias que realiza

– Número de hijos a cargo

– Tener uno de los dos miembros una enfermedad crónica

En fin, son muchas las variables que pueden existir en torno a las condiciones que existen detrás de la “cantidad” de sexo que pueda tener una persona. NO EXISTE un número “normal” de frecuencia a la hora de tener relaciones sexuales. El número debe ser aquel en el que la persona se sienta a gusto. En la relación de pareja es muy importante una buena comunicación en el que se logre que la unión y bienestar, sea más importante que preocuparse por un número determinado. Sin embargo, si luego de hacer una valoración, uno o ambos miembros de la pareja piensan que existe un número o muy bajo o muy alto, deben buscar ayuda para recibir orientación y manejo del caso puntual.