Desde hace muchos años vienen publicándose reportes médicos que asocian del uso de bicicleta con la disfunción eréctil.

El problema ocurre por el apoyo durante largos períodos del nervio pudendo, que está localizado por el medio del periné. Utilizar la bicicleta en largos trayectos puede producir calambres o sensaciones molestas en la zona genital; cuando se mantiene el daño pueden aparecen problemas neurales que incluso en algunos casos son definitivos.

La forma de evitarlo es realizar pausas activas y utilizar un sillín adecuado, llamados en algunos sitios Sillines anti- próstata, los cuales disminuyen el tiempo que el nervio pudendo pasa apoyado sobre la bicicleta.

Así que, si utilizas la bicicleta como medio de transporte diario, si realizas práctica deportiva o si simplemente eres un aficionado a la bicicleta no olvides cuidar tu salud.